Un viaje que se convierte en aprendizaje: Aprender español en Yucatán a través de la vida cotidiana

Llegar a Yucatán y sentirse en casa

Aprender español en Yucatán y descubrir Mérida: historia, sabores y práctica del español
Aprender español en Mérida permite vivir la ciudad desde dentro, combinando recorridos históricos, encuentros cotidianos y práctica real del idioma en contextos auténticos.




Después de elegir los ingredientes para nuestra clase de cocina, nos sentamos a probar algunos de los platos del mercado. Fue un momento delicioso y lleno de aprendizaje: entre preguntas, explicaciones y risas, Françoise practicaba nuevas expresiones y Yannick escuchaba atentamente. Degustar la comida local nos permitió poner en práctica la lengua y relacionarla con los sabores, las historias y la vida cotidiana de Yucatán.
Ese día, una amiga yucateca nos ofreció una clase de cocina típica y preparamos pollo con mole. Nos explicó cada paso en español: desde elegir los ingredientes hasta lograr la mezcla perfecta de especias. Después, nos sentamos todos a la mesa para disfrutar el resultado. Fue un momento delicioso donde la gastronomía, la lengua y la convivencia se unieron de forma natural.


Durante la clase de jarana, Françoise y Yannick se animaron a seguir los pasos tradicionales con el traje típico yucateco. Fue un momento lleno de energía, alegría y descubrimiento, donde el movimiento, la música y la conversación se mezclaron para hacer del aprendizaje del español una experiencia auténtica y divertida.
La noche continuó en la Serenata Yucateca, donde la música y el ambiente festivo nos acompañaron mientras compartíamos la cena. Fue un espacio perfecto para conversar sobre lo vivido durante el día, practicar nuevas expresiones y dejarnos llevar por la calidez de una tradición que reúne a locales y visitantes bajo el mismo ritmo.


La visita guiada a Chichén Itzá fue una oportunidad perfecta para poner en práctica todo lo aprendido. En un grupo de español, Françoise y Yannick participaron activamente: hicieron preguntas, comentaron lo que veían y descubrieron la historia maya escuchando y conversando en español de manera natural.
Ese día hicimos una excursión con amigos locales: navegamos por la laguna, visitamos cenotes escondidos y después nos invitaron a comer en su casa. Naturaleza, amistad y español espontáneo, todo en un mismo viaje.


Durante su estancia en un piso frente al mar, descubrieron restaurantes locales por su cuenta. Ese día comieron ceviche fresco y platos típicos, practicando español con los meseros y disfrutando de la vida costera como verdaderos yucatecos.
En la excursión a Sisal montaron en kayak, recorrieron la costa con un guía local y se movieron en transportes auténticos de la zona. Fue un día lleno de risas, creatividad y conversaciones espontáneas en español.


En esta excursión descubrieron varios tipos de cenotes: abiertos, semiabiertos y cerrados. Allí nadaron, conversaron con los guías, aprendieron sobre su formación y disfrutaron de una comida local en plena naturaleza.
La visita a la cueva completó el viaje: allí descubrieron la historia del meteorito de Chicxulub y cómo transformó la península. El espacio, la luz y las explicaciones guiadas despertaron curiosidad y muchas preguntas en español.


Aprender español en Yucatán no significa seguir un programa rígido, sino vivir el idioma en contextos reales: en el mercado, en la calle, durante una excursión o compartiendo una comida. Es una forma de aprender español en México que deja huella y crea vínculos duraderos con la cultura y las personas.
La inmersión es vivir una experiencia única y ganar una familia








